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A EQUIPA
CONTACTO
En cuanto a la práctica historiográfica, la inmediata postguerra alumbrará su obra de madurez con la aparición, en 1941, del primer tomo de La Revolución Portuguesa. I (De Don Carlos a Sidonio Paes), dirigido a explicar a los españoles la historia política más reciente de Portugal (1884-1918). Un drama histórico «de tesis moral» –según había dicho Oliveira Martins– cuya trama resumía en tres grandes actos: «El Orden Viejo muere; el Rey Don Carlos es la última y positiva resistencia. Tras el breve reinado de su hijo –Monarquía entregada ya– la República es el Desorden. Salazar crea el Nuevo Orden» (La Revolución Portuguesa. I. Madrid, 1941, p. 5). La obra fue distinguida con el salazarista Premio Camoens de 1942 (instituido por la Secretaría de Propaganda Nacional referente a la mejor crítica en lengua extranjera acerca del país, el libro de Pabón fue el tercer galardonado: después del Portugal del aristocrático y autoritario Gonzague de Reynold y del relato de viajes I Gathered No Moss del escritor y periodista londinense John Gibbons, premiados en las ediciones de 1937 y 1939).
En 1944, publicó Las ideas y el sistema napoleónicos, un estudio en profundidad sobre la personalidad de Bonaparte («totalmente heredero de la Revolución»). Al considerar que la estrategia imperial de Napoleón estaba basada en la razón de las victorias militares, la conclusión del ensayo era clara: la guerra peninsular puso fin a la misma gracias al primer gran acuerdo militar y diplomático hispano-luso que inaugura la edad contemporánea. «La resistencia portuguesa se acompasa en el heroísmo con la resistencia española. (Los historiadores olvidarán frecuentemente la comunidad del esfuerzo. El olvido diplomático será, en buena parte, la causa de que las dos naciones peninsulares, que han vencido a Napoleón, no recojan el fruto de su heroísmo en el Congreso de Viena)» (Las ideas y el sistema napoleónicos, Pamplona, 2003, p. 94). Y, al año siguiente, vio la luz su «segunda navegación» por la historia portuguesa contemporánea: De Sidonio Paes a Salazar, volumen que abarcaba los años de 1918 a 1928. En el prólogo, al tiempo que explicaba el método «clásico» del historiador profesional que había seguido (reunión de materiales, crítica, síntesis, exposición) y los obstáculos que debió vencer para realizar la investigación (principalmente, «la proximidad de los acontecimientos estudiados»), justificaba su toma de partido «por el Rey Don Carlos contra Alfonso Costa, por Sidonio Paes contra Bernardino Machado, por el Nuevo Estado contra el régimen demo-liberal».
